El Dr. Jesús Casado Cerrada, internista en el Hospital Universitario de Getafe y profesor de la Universidad Europea de Madrid, en España, viajó hasta el distrito de Rasuwa (Nepal) para ayudar a una ONG local a reconstruir las infraestructuras de la región tras un grave terremoto en 2015. El Dr. Casado explica:
"Los compañeros de los departamentos de arquitectura e ingeniería de la universidad ya habían realizado proyectos con éxito en la aldea de Gatlang en Nepal. Volvieron de esos viajes contando que había una necesidad desesperada de una mejor prestación de servicios sanitarios y pregunté si podía ayudar. Los voluntarios de la ONG local informaron a la comunidad de que llegarían médicos occidentales a ayudarles, de modo que supiesen cuándo tenían que acudir al centro de salud".
Muchos de los problemas médicos a los que se enfrenta la población local de esas zonas en recuperación de Nepal están directamente relacionados con las condiciones laborales y de vida, como describe el Dr. Casado:
"La falta de atención sanitaria básica y unas condiciones higiénicas en general deficientes provocan que se presenten afecciones muy complejas. En particular, la escasa higiene alimentaria y la carencia de frigoríficos son las causas de que haya un gran número de pacientes con molestias abdominales. También hay numerosas afecciones respiratorias como resultado de la inhalación de humo al cocinar sobre chimeneas en viviendas temporales con mala ventilación. En las granjas de la región se realizan trabajos físicos extenuantes en duras condiciones meteorológicas y son frecuentes los problemas musculoesqueléticos provocados por tener que transportar cargas pesadas de trigo, arroz o leña, así como las lesiones por caídas en terrenos desiguales al hacerlo".
En su primer viaje a Gatlang, el Dr. Casado se encontró con un centro de salud en el que no había médicos ni profesionales de enfermería. Recuerda su primera impresión:
"Nada más llegar solamente vi camas y muy poco equipamiento médico. Había una sala de exploración ginecológica y un autoclave para esterilizar suministros médicos, pero eso era prácticamente todo. No había medicamentos ni equipos de diagnóstico, como ECG, analizadores o instalaciones radiológicas, y me dí cuenta de que tenía que volver mucho mejor preparado."
Al año siguiente, el Dr. Casado convenció a su hospital de Madrid para que le proporcionasen todos los medicamentos que iba a necesitar para su siguiente visita, y FUJIFILM Sonosite donó un sistema ecográfico Sonosite iViz.
"Sabía por experiencia que la evaluación de los pacientes se complica mucho cuando no se habla el mismo idioma. Las personas podían señalar la parte del cuerpo que les dolía, pero era realmente difícil averiguar más sobre sus síntomas. En este caso el iViz desempeñó un papel fundamental. Es pequeño, fácil de transportar y proporciona información inmediata y crucial sobre lo que está sucediendo realmente. También se adaptó bien a los drásticos cambios de temperatura que sufríamos, porque a 2400 metros de altitud hay una variación enorme entre las horas más frías y las más calurosas del día. Los casos más comunes que observábamos eran dolores abdominales y el iViz me permitía ver si se trataba de problemas intestinales o de riñón, una infección o una acumulación de líquidos".
La mayoría de los pacientes que llegaban al centro tenían unos 50 años de edad (y considerados ya ancianos en aquella comunidad), pero al Dr. Casado se le quedó grabada en la mente una paciente más joven:
"Vino a consulta una mujer de 30 años que estaba visitando a unos familiares en Gatlang. Hablaba inglés, lo que no es habitual allí, y me explicó que se cansaba al hacer ejercicio, tenía dificultad para respirar y últimamente se le habían empezado a hinchar las piernas. Todos esos síntomas en Europa Occidental nos habrían hecho pensar en una insuficiencia cardíaca, pero los factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes y la obesidad no son tan comunes en Nepal. Logramos escuchar un soplo sistólico y, cuando realizamos una ecografía del corazón, comprobamos que tenía insuficiencia mitral grave que estaba deteriorando la válvula mitral. Por supuesto, no disponíamos de recursos médicos para resolver ese problema, pero pudimos hacerle un informe escrito para que se lo entregase a un cardiólogo en Katmandú. Al disponer del ecógrafo pudimos confirmar las sospechas clínicas al momento y orientarla en la dirección correcta para que recibiese el tratamiento que necesitaba urgentemente."