India y el sudeste asiático albergan el elefante asiático, una especie en peligro de extinción cuyo número disminuye rápidamente debido a la caza furtiva y la destrucción de su hábitat.
En Myanmar hay actualmente unos 5.000 elefantes salvajes, y otros 3.500 que han trabajado en la industria maderera transportando madera, una actividad prohibida por la nueva legislación. Ocho de estos elefantes "desempleados" están ahora al cuidado de Green Hill Valley, un parque local cuya misión es educar a residentes y visitantes, al tiempo que proporciona a los elefantes una atención veterinaria vital. Willem Schaftenaar, asesor veterinario del Elephant Taxon Advisory Group, ha colaborado en este proyecto, Recientemente ha organizado un taller para enseñar a los veterinarios de la región a utilizar la ecografía en el punto de atención (POCUS) para controlar a los elefantes en libertad, en cautividad y en santuarios.
Llevo muchos años trabajando con animales, incluidos elefantes, promoviendo su salud y bienestar, y participo activamente en diversos proyectos de divulgación en todo el mundo. Hace poco organicé un taller, junto con colegas de la Iniciativa del Elefante de Vietnam, que tuvo un gran éxito y atrajo a participantes de Indonesia, Nepal, Tailandia, Vietnam, Laos, Camboya, Sri Lanka, India y, por supuesto, Myanmar. El objetivo del proyecto era compartir nuestros conocimientos sobre medicina para elefantes y técnicas, como el POCUS, que no son fácilmente accesibles en estos países, mostrando a los participantes lo que es posible con la tecnología de ultrasonidos.
El taller sirvió de plataforma para que mis colegas y los 21 participantes -cuidadores de elefantes, o "mahouts", y veterinarios- que trabajan con elefantes salvajes, rescatados o cautivos, debatieran ideas y experiencias. Llevamos un sistema de ultrasonidos Fujiflim Sonosite para que los asistentes pudieran tener una experiencia práctica mientras explicábamos los diversos usos de los ultrasonidos en la medicina de elefantes.
El carácter portátil del sistema Sonosite permite organizar estos talleres interactivos, y los participantes se mostraron muy entusiasmados por participar y probar la ecografía. Una de las ventajas de este tipo de sesiones es que permiten a los participantes hacer preguntas. Por ejemplo, un participante preguntó cuál era el mejor lugar para inyectar a un elefante, lo que nos dio la oportunidad de demostrar cómo utilizar el sistema de ultrasonidos para comprobar el grosor de la piel en varios lugares. El campamento nos dio acceso a ocho elefantes -todos ellos tratados con cuidado y refuerzo positivo- que pudimos utilizar para las demostraciones.
Todos se turnaron para probar la máquina y todos quedaron muy impresionados con la intuitivo del sistema, y la versatilidad de sus aplicaciones. Los ultrasonidos son increíbles para la monitorización general de elefantes y la naturaleza robusta del sistema Sonosite lo hace perfecto para su uso con animales tan grandes. Las heridas -la mayoría causadas por cazadores furtivos- pueden evaluarse a pie de carretera en la naturaleza, y si el elefante ha recibido un disparo, pueden rastrearse las huellas de las balas. Hicimos una demostración en un elefante con una herida de bala de 12 años para mostrar cómo se puede utilizar el ultrasonido para localizar la bala, lo que permite el lavado preciso de la herida para evitar una infección potencialmente mortal.
Otro elefante que evaluamos en el taller había sido atacado por un elefante macho salvaje, o "toro", hace muchos años y ha tenido una gran hinchazón en el costado desde entonces. Gracias a los ultrasonidos, en menos de un minuto descubrimos que el elefante tenía una hernia, caracterizada porque los intestinos se encontraban directamente bajo la piel, algo de lo que el mahout no se había dado cuenta en 10 años. Una vez diagnosticado el problema, se puede comprobar si hay alguna molestia clínica y si es necesario un tratamiento, y determinar si existe algún riesgo inmediato para la salud. Esto podría tener un tremendo impacto en el cuidado de elefantes salvajes heridos, permitiéndole decidir cuándo actuar.
Uno de los principales usos de los ultrasonidos es la evaluación reproductiva. En Myanmar, existen restricciones que impiden utilizar a los elefantes para trabajar hasta que cumplen 17 años y, si se quedaran embarazadas, no podrían volver a trabajar durante 5 años. En la industria maderera, se retrasa el embarazo de muchas elefantas, o "vacas", para que puedan trabajar más tiempo. Esto significa que pueden tener más de 20 años antes de que se produzca el embarazo, lo que puede acarrear complicaciones. Gracias a los ultrasonidos, se puede controlar la gestación y detectar el momento en que la vaca se pone de parto, lo que permite anticiparse a cualquier complicación y tratarla cuando surja.
Al controlar a las vacas y sus niveles de fertilidad y ciclos reproductivos a partir de análisis de sangre semanales, podemos predecir el mejor momento para el apareamiento en un intento de aumentar el número de elefantes en el futuro. También es posible evaluar la capacidad reproductiva de los toros observando sus órganos reproductores secundarios. Esto podría tener un enorme impacto positivo en la prevención de la extinción del elefante asiático.
Nuestros participantes acudieron al taller sin conocimientos sobre equipos de ultrasonidos y tuvieron la oportunidad de aprender sobre su uso y probar el sistema de primera mano. El éxito del curso en esta ocasión nos ha llevado a ser invitados a organizar un taller similar en la India, donde están planeando abrir una nueva clínica móvil para elefantes y creen que POCUS será un gran activo para su trabajo.
Estoy muy agradecido al campamento por acogernos y por el inestimable sistema Sonosite, cuya portabilidad nos ha permitido llevar el equipo a Myanmar y mostrar los beneficios potenciales de los ultrasonidos para la salud y la vida futura de los elefantes en la India y el sudeste asiático.
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