Imagínese intentar poner una vía intravenosa en el brazo de un lactante de menos de 1 kg, o en un adulto de más de 225 kg. O colocarle una vía central de acceso periférico (PICC) a un niño pequeño mientras se retuerce.
Al trabajar con los pacientes más pequeños y vulnerables, lo que realmente importa es cada pinchazo y cada minuto invertido.
Acceso vascular difícil con el ecógrafo
"Algunas veces, realizar una extracción de sangre a un niño es muy difícil", dice William Copeck, supervisor de enfermería en The Valerie Fund Children's Center for Pediatric Cancer & Blood Disorders (parte del complejo hospitalario St. Joseph), al hablar del programa de acceso vascular ecoguiado de su centro. "Cuando aún no teníamos el programa de acceso vascular, era normal tener a varias enfermeras en la sala que sujetaran al niño lo suficiente como para poder canalizar una vía. Es traumático para los niños, para los padres y, a veces, hasta para nosotros".
Ya sea para inyectar un medicamento o para extraer sangre, el equipo de The Valerie Fund Children's Center admitió que merece la pena investigar cualquier cosa que haga que los padres estén más tranquilos.
El acceso vascular ecoguiado reduce tiempo y dolor
El complejo hospitalario St Joseph en Patterson, Nueva Jersey, alberga el segundo servicio de emergencias más visitado de EE. UU., con más de 175.000 pacientes en 2016. Tanto para los directivos como para los facultativos, lo más importante es buscar nuevas formas de ofrecer a los pacientes una experiencia general mejorada.
Cuando se implantó en St. Joseph el programa de acceso vascular ecoguiado, se formó a enfermeras en el manejo de la visualización ecográfica para localizar y acceder a la vasculatura de difícil visión, pero no se percataron de la enorme diferencia que supondría esta tecnología.
“Antes de que tuviéramos el ecógrafo Sonosite,muchos pacientes sufrían numerosos pinchazos, hematomas…" comenta Judy Padula, vicepresidenta del Servicio de Asistencia Sanitaria y supervisora jefe de enfermería en el complejo hospitalario St. Joseph. "Aunque a algunas personas les parezca algo sin importancia, canalizar una vía puede ser determinante para el tratamiento".
La ecografía permite a los especialistas ver de forma clara y en directo la estructura vascular a la que necesitan acceder. Esto favorece la colocación exacta de la aguja, lo que puede necesitar unos cuantos intentos.
"Con el ecógrafo", explica Matthew Ostroff, director del programa de acceso vascular, "evaluamos la vena antes de pincharla; podemos ver la aguja mientras entra".
Antes de que en St. Joseph se implantara el programa especializado en acceso vascular, para la mayoría de médicos el ecógrafo portátil no era imprescindible en su trabajo con niños enfermos.
"Era algo que ni nos panteábamos", comenta Copeck.
¿Y ahora?
" Yo le diría a la gente: "estás loco si no lo tienes, no te sabría decir hasta qué punto ha sido importante para nosotros".
"Se tarda entre 40 y 45 minutos en introducir una vía de acceso periférico (PICC) a pie de cama", explica Ostroff. “Si se puede sustituir por un periférico ecoguiado [IV], es un procedimiento que lleva unos 5 o 10 minutos. Básicamente hemos cambiado todo el panorama de la inserción intravenosa".
Un ahorro de 3,5 millones de dólares gracias al ecógrafo portátil POCUS
El deseo de ofrecer al paciente una experiencia mejor fue lo que impulsó la implantación del programa de acceso vascular, pero el espectacular ahorro que generó fue una sorpresa muy grata.
Desde la llegada del programa de acceso vascular en febrero del 2014 y diciembre del 2016, en St. Joseph se ha producido un notable e inesperado ahorro, casi 3,5 millones de dólares. Si quiere saber más, lea el artículo de Becker aquí.
Menos derivaciones a radiología + estancias más cortas en urgencias = ahorro de 2,5 millones de dólares
Los pacientes no pueden ingresar en el hospital hasta que se obtenga el acceso vascular (excepto en Urgencias). A la hora de realizar una extracción a niños y adultos, la capacidad de realizar una inserción i.v. de forma rápida y eficiente supone acortar la estancia en Urgencias y un menor coste por ingreso.
En los casos en los que las enfermeras especializadas pueden utilizar un ecógrafo para guiar la colocación de la aguja, se reducen las derivaciones a radiología y disminuye el coste de los cuidados por paciente.
Elegir PIV en lugar de PICC supone un ahorro de 1 millón de dólares
Si se realiza un procedimento i.v. ecoguiado en lugar de introducir una vía central de acceso periférico (PICC), el ahorro en coste de catéter ronda los 250 dólares por inserción.
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