Dr Fidel Fernandez with Sonosite Ultrasound Machines

El ecógrafo es un instrumento vital para los cirujanos vasculares del siglo 21. En el siguiente ensayo, el Dr. Fidel Fernández Quesada, cirujano vascular de sexta generación y profesor asociado de la Universidad de Granada (España), explica el cambio que ha supuesto en su práctica clínica el uso de la ecografía y reflexiona sobre lo que sus antepasados habrían podido hacer con semejante avance tecnológico.

"Llevo 25 años trabajando en el campo de la angiología y la cirugía vascular. Actualmente ejerzo ambas especialidades en el Hospital Universitario San Cecilio de Granada y en el ámbito privado. Además, soy el actual presidente de la división de Flebología y Linfología de la Asociación Española de Angiología y Cirugía vascular. Al igual que el resto de especialistas en medicina y cirugía vascular, uso la ecografía a diario en mi práctica clínica.

Llevo más de 15 años utilizando los sistemas FUJIFILM Sonosite y los he ido adoptando según se han ido lanzando al mercado. Cada diagnóstico estándar de una enfermedad vascular comienza con una exploración ecográfica. El clínico puede visualizar la anatomía y la funcionalidad de la arteria o vena. Todo ello les permite profundizar en una zona para obtener más información detallada del aspecto y función del vaso. Gracias al ecógrafo, es posible trasladar a un paciente que ha sufrido una embolia al quirófano y operarlo sabiendo con precisión dónde se encuentra la obstrucción, lo que nos permite marcar el punto de entrada exacto sobre la piel.

 

Otro papel diagnóstico fundamental del ecógrafo es durante la exploración del estado de la arteria carótida: con el ecógrafo puedo medir el grado de estenosis, la constricción de la arteria en función de la velocidad del torrente sanguíneo y comprobar dónde empieza y termina la placa, que es una información vital previa a la cirugía.

De modo parecido, la ecografía ha demostrado ser fundamental en los procedimientos modernos para tratar vasos afectados, ya que ofrece ventajas en tratamientos alternativos. Por ejemplo, cuando tratamos venas varicosas con escleroterapia, utilizamos el ecógrafo para determinar la localización de la punción y para controlar la inyección del esclerosante. Trazar la cartografía vascular mediante guía ecográfica nos permite establecer el punto exacto de incisión y así reducir el tamaño del corte. En los tratamientos intraluminales como el láser y la radiofrecuencia, la ecografía nos proporciona control durante todo el proceso. La respuesta de los pacientes mejora y se reduce el riesgo de complicaciones posquirúrgicas.

La ecografía en el punto de atención tiene muchas aplicaciones en el ámbito perioperatorio. Se usa de forma periódica en el acceso vascular para colocar un catéter, para determinar las afecciones a corregir en las fístulas de diálisis o para colocar un catéter para la quimioterapia. Las punciones guiadas ofrecen una precisión milimétrica, imprescindible para establecer la distribución de los vasos. Asimismo, la exploración ecográfica es una ayuda fundamental para monitorizar los efectos de la enfermedad con el transcurso del tiempo. Por ejemplo, tras un diagnóstico de isquemia, se puede hacer un seguimiento riguroso de los cambios morfopatológicos de arterias y venas con el paso del tiempo para proporcionar información en intervenciones médicas o quirúrgicas.

 

Descubrí FUJIFILM Sonosite durante el tiempo que estuve de residente en Estados Unidos. Me impresionó enormemente lo que ofrecía la compañía y cómo funcionaban sus equipos, y pensé: "esto es para mi". Necesitaba un dispositivo duradero y oí que las sondas eran resistentes a golpes. Y cuando vi la escala de grises fue excepcional. El primer equipo que tuve fue un TITAN, que funcionaba tal y como indica su nombre incluso en campamentos de refugiados en el Sahara, donde participé en proyectos de cooperación internacional. Desde entonces, me he ido actualizando a medida que han salido al mercado nuevos equipos Sonosite, utilizando primero el M-Turbo, luego el Edge y, más recientemente, los modelos Edge II y X-Porte. A menudo visito a los pacientes en sus domicilios y me desplazo en moto. El Edge II es perfecto para esta situación: es pequeño, portátil y la calidad de imagen es excelente. Además, el equipo es muy resistente y soporta los golpes que sufren con regularidad. ¡Una vez me caí de la moto mientras llevaba el equipo y no sufrió ni un arañazo!

En el quirófano uso tanto el Edge II como el X-Porte. El X-Porte ofrece una alta definición y es perfecto para la enseñanza, especialmente por el gran tamaño de la pantalla. Es fácil de utilizar en demostraciones y el funcionamiento intuitivo de la pantalla táctil es perfecto para los estudiantes de hoy en día, que han crecido utilizando tabletas y teléfonos inteligentes. En un futuro próximo, puedo ver a los médicos de familia con sus ecógrafos en las visitas a domicilio para facilitar el diagnóstico y reducir la necesidad de ingresos hospitalarios. Soy la sexta generación de médicos en mi familia, y me considero afortunado por ejercer la angiología y cirugía vascular en esta emocionante época de avances tecnológicos.

Mientras era residente, nunca pensé que dispondría de un instrumento parecido en mi vida. Incluso hace 40 años, la comunidad médica no se podía ni imaginar la revolución que supondría la ecografía en el punto de atención. Si mi abuelo, mi bisabuelo y mi tatarabuelo, que también fueron cirujanos, pudieran ver la tecnología de la que disponemos hoy y cómo trabajo con mis pacientes, ¡se quedarían atónitos!

 

Más información sobre el Sonosite X-Porte 

El ecógrafo Sonosite X-Porte reúne con fluidez una interfaz intuitiva, rendimiento de imagen, funciones avanzadas y recursos formativos en un diseño en kiosco todo en uno.